Ayer, me metí en la despensa con un solo
pensamiento......poner en orden semejante desastre. Tenía icing sugar,
azúcar glass, polvos de levantar, harinas de todo tipo, chocolate para
fundir, chocolate en polvo y, entre bolsas, cajitas y tarros apareció un
bote de dulce de leche. Ni me acordaba que lo tenía así que cuando miré
la fecha de caducidad, se me plantearon dos opciones: lo tiro a la
basura o preparo unos cupcakes. Menos mal que elegí la segunda opción
porque me salieron unos cupcakes deliciosos. Preparé la receta de
vainilla, los rellené de dulce de leche y los decoré con buttercream de
dulce de leche.
Mientras mis hijos y mi marido daban buena cuenta de ellos, me acordé de unas tazitas de café hechas con fondant que vi en internet (mykaramelli). Corrí a la cocina, aparte dos y los puse a buen recaudo. El resultado: dos tazitas de café de lo más dulces. No sé si habrá alguien capaz de comérselos. Fondant, cupcakes, relleno y buttercream..... una bomba calórica indescriptible.
Mientras mis hijos y mi marido daban buena cuenta de ellos, me acordé de unas tazitas de café hechas con fondant que vi en internet (mykaramelli). Corrí a la cocina, aparte dos y los puse a buen recaudo. El resultado: dos tazitas de café de lo más dulces. No sé si habrá alguien capaz de comérselos. Fondant, cupcakes, relleno y buttercream..... una bomba calórica indescriptible.
Espero que les haya gustado la entrada de hoy. Un besote
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